jueves, 19 de febrero de 2009

A PESAR DE TODO SER




Para aquellos que buscan un crecimiento personal, cada día esta lleno de dificultades.



Lo que ocurre es que al pretender crecer es inevitable que el individuo comience a distinguirse del resto.



Cuando hablamos de crecimiento en este caso, no estamos haciendo mención a la habitual competencia entre sujetos por alcanzar una meta determinada; lo hacemos con relación a esa superación que el individuo busca de sí mismo. Una introspección que intenta evitar los errores y acercarse mas a los sueños de realización.



Pero es lógico que no sea entendido fácilmente por la mayoría, incluso que sea juzgado ligeramente por sus conductas e ideas. Y sin duda que sus errores son criticados mas duramente que los de cualquiera.



Sucede que hay un hecho concreto: la mediocridad odia descubrir su enanismo y como no esta dispuesta a abandonar la comodidad, prefiere criticar al distinto para hacerlo flaquear en su búsqueda.



Así, si una mujer es simpática, amable, tiene buenos modales y busca realizarse, se transforma automáticamente en “una mina que anda buscando algo”; o si un sujeto es capaz de seguir sus sueños y defender sus ideales pasa a ser un bohemio, un soñador, un loco; por citar algunos ejemplos clásicos.



La mediocridad no puede permitir que alguien crezca pues eso le desnuda su raquitismo y ella odia ver lo que es, dado que además viene acompañada de la soberbia de sentirse superior y sin necesidad de aprender nada de nadie.



Por eso, aquel que quiere ser, se encuentra a diario con los comentarios mas variados y lapidarios acerca de lo que hace, dice o piensa y en mas de una ocasión lo hace cuestionarse así mismo acerca del camino que ha elegido o de la forma de ser que lo caracteriza, pues la humildad, fruto indispensable de quien quiere aprender, lo mantiene permeable a otras formas de pensar, de vivir, y es por eso que puede crecer.





Por suerte parece que hay algo místico y fatal que mantiene siempre a estos seres firmes, e irremediablemente vuelven a la lucha por la realización de los anhelos que no solo los hará felices a ellos sino a todos quienes los quieran bien.



Ser lo que uno quiere ser lleva a un proceso de crecimiento, crecer lleva a ser diferente, ser diferente es una alternativa ante la mediocridad paralítica del conformismo. Por eso llegar a ser es una responsabilidad y una lucha diaria, pero también una necesidad, un reclamo imposible de ignorar que nace del interior de ciertos individuos con oídos bien abiertos hacia afuera y hacia adentro que demuestra que algo distinto y mejor es posible de alcanzar.


DIEGO DOBLER


2 comentarios:

  1. Toda la razón te doy Diego... pero qué difícil se hace cuando siempre hay alguien que quiere ponerte un pie sobre la cabeza... el esfuerzo es mayor... pero si se quiere se puede... todo se puede...

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  2. si, estimado Diego, en relación con esta última publicación en Bretema, si en cuanto al genocidio de todas las conquistas, al robo y a la muerte que provocan. Todas las guerras y conquistas no son nada más que robos encubiertos en nombre de una raza o una bandera para engordar a los de por si gordos, que están comodamente sentados en sus cafes.Puedes ver mi blog en Filosofía en verso, ceneme-ceneme000com.blogspot.com

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