martes, 8 de marzo de 2011

MUJERES

Dios, con su inmenso poder, creo un día un tesoro magnifico y misterioso, lleno de luz.

En él sembró formas de dar amor imposibles de imitar. La naturaleza esplendorosa de este tesoro era impactante, pero a la vez, su fragilidad y necesidad de ser protegido lo hacia también muy vulnerable.

Dios noto esto y por eso llamo al hombre y le explico el caso y la misión que de ahora en adelante lo ocuparía. De allí en mas el hombre cuidaría a este frágil, misterioso e inevitablemente atractivo tesoro con todo su amor por toda su vida.

Y el hombre asumió su misión.

Entonces, culminada la charla, mientras la presencia divina se evaporaba, al hombre le surgió una ultima pregunta y dijo:

-Señor, que nombre le has puesto.

Y dios le respondió

-Mujer, se llama Mujer..........


Desde entonces muchas cosas han cambiado pero negar lo natural es absurdo.

Y es que esencialmente la cuestión no cambia, y la mujer sigue siendo un tesoro irresistible para el hombre, quien siente latir en su interior la necesidad de darle protección, ya que ella sigue teniendo tanto poder como necesidad de ser cuidada y protegida.

A través del tiempo y las modas se han pretendido absurdas corrientes autodenominadas machismo y feminismo, las cuales pretenden supremacías y plantean una competencia estúpida e infantil. Pues ignoran el hecho de que existen al menos dos puntos clave que las vuelve absurdas:

Uno es que todo aquello que pretende contradecir lo natural esta irremediablemente condenado al fracaso.

Otro es el que parte de su misma auto denominación de machismo y feminismo. Cosa que a mi humilde opinión no es así.

Y digo esto pues pienso que esas denominaciones están lejos de la verdad.

Yo creo que no hay mayor acto de machismo que amar, cuidar y respetar a una mujer.

Por otro lado no existe mayor feminismo que amar a un hombre y dejarse cuidar por él.

Por eso la mujer y el hombre no están llamados a la igualdad en lo natural, ni a competir.
Pues cada uno tiene un lugar distinto en la historia de los tiempos y ese ser distintos genera las combinaciones más increíbles que se puedan imaginar.

En fin, Dios ha creado muchas cosas maravillosas, pero la mujer es uno de las creaciones que más se le deben agradecer.

Ser mujer es una misión muy importante y a través de la historia muchas han demostrado lo valioso de sus divinas presencias en este mundo.

Bellas, intrigantes, audaces, dulces, seductoras. Guardan esencialmente un tesoro incomparable y nada en la vida seria igual sin sus existencias.

Negarles esto no es ser machistas. Simplemente, es ser idiotas.................

DIEGO DOBLER

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